Los enamorados de la empresa capitalista, afirman que la producción en gran escala que realizan las grandes corporaciones, ha hecho posible que una infinidad de bienes de consumo de buena calidad resulten accesibles para las masas populares. Es posible que tengan algo de razón.
Y también es cierto que la vida ofrece mucho más que consumo, que hay cosas que conviene hacer lenta y no rápidamente, que es gratificante celebrar una y otra vez las diversas ceremonias que nos son placenteras, aunque estén fuera de los límites de lo útil.
En los tiempos remotos, cada individuo o familia se construía sus propias cosas: comida, bebida, abrigo, enseres, mobiliario, las viviendas mismas. Después la división del trabajo nos fue poniendo más y más lejos del hacer con nuestras manos.
La fabricación de cerveza es una técnica milenaria, y tan versátil que, todavía hoy en día, admite tanto la producción en gran escala como la elaboración casera.
La cerveza 501 se elabora artesanalmente, en pequeñas cantidades, en la cercana ciudad de Bell Ville. Se produce en calidad premium, en las variedades rubia y negra.
Mucho nos complace incorpar esta cerveza a la carta de TAPEO. Se trata de ofrecer una nota de diversidad, mediante un sabor único, específico. Y con la inconfundible sensación que traen los ingredientes naturales.
En el plano más espiritual, pensamos que degustar este tipo de cervezas, descubrir sus particularidades, es un estímulo para reflexionar sobre la manera en que nos procuramos las cosas, lo que hacemos nosotros mismos y lo que compramos con dinero.
¡Y por si fuera poco, la cerveza artesanal va muy bien con las tapas...!
(Pronto les contaremos más)
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